La edificación  se sitúa en una de las parcelas de la nueva fachada hacia la ciudad histórica  que se genera con el Plan Parcial Renfe.

La propuesta surge a partir de una serie de condicionantes previos:

• Dado el carácter de vivienda de alquiler, se busca una solución de vivienda con una superficie de unos 70 m² y un programa de 3 dormitorios, con una optimización de parámetros: rentabilidad económica, de materiales y un buen envejecimiento, que permita un bajo coste de mantenimiento.
• Normativa muy rígida que define un sólido capaz, en el que la única actuación previsible es su tallado.
• El sótano para uso de garaje dispone su entrada desde la parcela medianera, lo cual condiciona la estructura tipológica y de bandas estructurales de la edificación.
• Dado que el contexto de la nueva fachada urbana no propone ninguna limitación que afecte al argumento compositivo, siendo un lugar que tiene como expresión de su carácter la referencia a la red ferroviaria, se opta por una imagen que tome como referencia analógica la imagen del ferrocarril, pero libre de mimetismos formales, con la posibilidad de búsqueda de paralelismos entre el mundo de la vivienda y el tren.

Tipológicamente se resuelve con un patio central en cuyo interior se sitúa un puente  alicatado en colores que alberga el único núcleo de escaleras que distribuye a las viviendas a ambos lados del patio y mediante una galería, que permite potenciar los valores de convivencia en un espacio semipúblico.

El tratamiento formal unitario de las fachadas, con un lenguaje horizontal y superficial, se enfatiza con la utilización restrictiva de los  tipos de hueco, la ausencia de terrazas y la continuidad lineal que proporciona el ladrillo, aspectos que se manipulan sutilmente en determinados puntos de la fachada para conferirle el carácter que el edificio reclama. El edificio se remate con una cubierta inclinada metálica que vuela sobre el plano de fachada y enfatiza la linealidad buscada.