Últimamente, te he hablado sobre cómo afrontar este nuevo curso laboral desde el punto de vista más personal. Sin embargo, si eres empresario o tienes personas a tu cargo, seguro que también te interesará trabajar tu capacidad de liderar y gestionar tus relaciones profesionales.
Existen numerosos enfoques a la hora de afrontar las relaciones jerárquicas en una empresa. Por mi parte, me gusta apostar por la cercanía, tratando de influenciar a las personas a mi cargo mediante el ejemplo y mostrándome abierto a una comunicación bilateral.
Por todo ello, hoy te traigo 4 consejos para fortalecer los lazos profesionales y potenciar el rendimiento y el desarrollo de las personas que trabajan en tu negocio o a tu cargo.
Escucha activamente
Hace un tiempo, te hablé sobre los tipos de escucha. De entre todos ellos, me gusta recomendar la escucha activa. De forma resumida, esta se basa en poner el esfuerzo en comprender a la otra persona, es decir, en olvidarte de planear tu posible respuesta.
¿Cómo puede beneficiar esto en un ámbito empresarial? Pues bien, incluso cuando tu posición es superior en la jerarquía, te interesa entender al máximo lo que expresa el otro. En el caso de una información técnica, será crucial para el desarrollo de vuestra actividad. Si se trata de una opinión, te servirá para enriquecer y expandir el punto de vista sobre un hecho concreto.
También podrías apostar por una escucha cosmética (hacer como que escuchas) o conversacional (atender para responder). Sin embargo, así seguramente no comprenderías la información o la recibirías de manera incompleta.
La escucha activa es una habilidad que influye indirectamente en otros aspectos como el bienestar de tus trabajadores o la mejora de la comunicación, dos aspectos de los que hablaremos más adelante en este artículo.
Enseña y, a su vez, permite que te enseñen
Sea cual sea tu empleo, existen aspectos que conoces a la perfección y otros que no dominas del todo. Un arquitecto es experto en diseño pero quizá se quede atrás cuando se trata de entender los programas más modernos. Un maestro puede dominar las estrategias pedagógicas pero necesitar ayuda a la hora de adaptar el currículo.
Por este motivo, decimos que cuando más se aprende es cuando se obtiene experiencia, con la práctica. Y esto se debe, en parte, al impacto que tienen las personas que nos rodean en el ámbito profesional.
Hasta el trabajador más nuevo e inexperto puede aportarte algo. En este sentido, lo óptimo sería que aprendieses a diferenciar aquellos aprendizajes que puedes dar de los que puedes recibir. Colócate en tu lugar. Sé humilde y acepta la enseñanza que se te ofrece. Así mejorarás tu liderazgo.
Además, este rasgo también ofrece una ventaja similar a la escucha activa: mejora la comunicación y la relación personal con la otra persona, sea cual sea la posición jerárquica de la misma.
Favorece la percepción personal del resto
Si bien el rendimiento de un trabajador depende de muchos factores, uno de los más importantes es el ambiente en el que se encuentra. Cuando desempeñas tu labor en un contexto agradable, todo fluye. Es más fácil ser productivo/a y se pasan las horas volando.
Por tanto, si pretendes que las personas a su cargo tengan un desempeño óptimo, facilítales un ambiente en el que su percepción y su autoestima se vean enriquecidas.
¿Cómo puedes hacer esto? Pues bien, puedes empezar por las dos características anteriores: escúchalos de manera activa y permite que muestren sus fortalezas para que todo el mundo pueda aprender de ellas. Además, es esencial que valores su trabajo y su esfuerzo.
Esto no quiere decir que no debas ser estricto. Sin duda, cuando alguien se equivoca, debes señalar el error y tratar de corregirlo, sea cual sea su origen. Pero esto no significa magnificar los puntos negativos, ejercer un mal trato ni esconder lo que aporta esa persona a la empresa.
Al final, es tan sencillo como dejarte llevar por la ley más simple del trato personal: ¿cómo te gustaría que te tratasen? ¿Qué entiendes tú por sentirse valorado? ¿En qué situaciones se ve potenciado tu rendimiento?
Incluye actividades de cohesión grupal
Además de la relación que se tiene con un superior, otro de los aspectos que mejora el rendimiento en el trabajo es los lazos que se tienen entre iguales. Somos seres sociales y, como tal, necesitamos sentirnos parte de un grupo para lograr bienestar.
Me gustaría terminar animándote a generar de manera consciente contextos en los que la cohesión se vea favorecida. No se trata de proponer cenas formales o actividades complejas y caras cada poco tiempo. Basta con promover charlas a la hora del café o en la comida, transformar tareas individuales en dinámicas grupales o simplemente elaborar unas normas comunicativas y de resolución de problemas.
Algo tan sencillo como encontrarse en un descanso puede mejorar enormemente el bienestar de un trabajador y, en consecuencia, su predisposición hacia las labores y su implicación en la empresa.
¿Qué opinas? ¿Tienes otro enfoque a la hora de liderar de manera profesional y mejorar el rendimiento de tu empresa? ¡Te animo a compartirlo en los comentarios!
Además, puedes pasarte por las anteriores entradas, en las que te hablo sobre distintos aspectos de desarrollo personal y profesional:
- GANADORES PREMIO STABILIT EUROPA 2024
- Los 4 pasos para adquirir una HABILIDAD de manera eficaz
- INTELIGENCIA EMOCIONAL BÁSICA EN 3 PASOS
- Cómo convertir una creencia limitante en una potenciadora
- La técnica definitiva para mejorar el compromiso con tus metas
¡Un saludo y feliz semana!