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Los 4 pasos para adquirir una HABILIDAD de manera eficaz

Mi hijo empezó a jugar a Voleibol hace unos meses. La semana pasada, jugó su primer partido. No obstante, desde el comienzo hasta el fin de semana pasado, se ha producido un proceso muy interesante.

Al principio, se frustraba. Pero no por no saber jugar. Se frustraba porque no comprendía qué significaba saber jugar. Había tantos conceptos que aprender y automatizar, que no sabía dónde comenzar ni cómo hacerlo. La recepción, el saque, el remate, la estrategia…

Poco a poco, surgió el conocimiento. Pero no el conocimiento sobre la manera de jugar. Sino que tomó consciencia de lo que NO sabía hacer. Empezó a darse cuenta de que la recepción se le iba hacia atrás, el saque se le quedaba corto y no llegaba a los remates.

Una vez conociendo estos aspectos, pudo empezar a corregirlos y, poniendo toda su atención y concentración, regularizar estas acciones. Ahora, le toca practicar hasta automatizarlas del todo, y así pasar a la siguiente fase, en la que aprenderá tácticas avanzadas y la forma más eficiente de afrontar cada situación; cuándo hacer un saque al fondo, cuándo hacer un globo en lugar de un remate fuerte…

En esta historia, hay dos aspectos fundamentales: las 4 fases que se dan en el proceso de adquisición de una nueva habilidad y la elaboración de un plan de acción eficiente y efectivo. De ello te hablaré en este artículo. ¿Comenzamos?

Los 4 estados de consciencia en el aprendizaje de una habilidad

Para adquirir una habilidad, nuestra mente pasa por un proceso de 4 fases. Estas fases serán más largas o más cortas dependiendo de la situación y de la persona, pero existirán siempre. Además, el orden nunca varía. Las etapas son las siguientes:

  1. Incompetencia inconsciente
  2. Incompetencia consciente
  3. Competencia consciente
  4. Competencia inconsciente

Parece que todas las fases son similares, ¿verdad? Esto es porque dependen de dos variables: el nivel de competencia y el nivel de consciencia. El primero de ellos indica cómo de capaz eres de llevar a cabo la habilidad que estás aprendiendo. El segundo, depende de la atención que pones a tus acciones.

En la historia que te he contado antes, se distinguen estas cuatro fases.

Para empezar, mi hijo pasó por la incompetencia inconsciente, ya que no sabía jugar pero tampoco conocía la manera de jugar bien. Ante esta fase, hay un recurso muy eficaz: buscar información, ya sea en Internet o a través de referentes que dominen la habilidad que pretendes adquirir. También es buena idea trabajar con un coach, en caso de que sea una habilidad personal.

Después, lo que ocurrió fue que tomó consciencia, pero aún no jugaba bien. Este suele ser el momento crítico, ya que, ante la adversidad, puede surgir la frustración y la desmotivación. Pero también es el punto en el que la persona más se supera y más satisfecha se siente. Lo ideal aquí es contar con un acompañamiento en forma de coach/mentor, profesor o entrenador.

La fase anterior va de la mano de la competencia consciente, en la que mi hijo aprendió las habilidades básicas del voleibol poco a poco. De nuevo, en esta fase la guía es fundamental, ya que hace más fácil el perfeccionamiento de la habilidad.

Por último, encontramos la competencia inconsciente, en la que tendrá que automatizar los aprendizajes. Aquí, tus mejores amigas siempre serán la práctica y la persistencia. Ya sabes todo lo que tienes que saber, sólo tienes que interiorizarlo hasta que no sea necesario pensar en ello.

Este proceso es común tanto para habilidades simples (escribir una carta en francés o hacer un saque) como para habilidades complejas (hablar francés o jugar a voleibol). La diferencia es que en las habilidades complejas el proceso se repite constantemente, ya que es necesario incorporar técnicas simples constantemente.

Elaborar un plan de acción

Una vez conoces la teoría, es momento de ponerla en práctica. Para ello, lo ideal es desarrollar un plan de acción para cada una de las fases en las habilidades que quieres adquirir.

En primer lugar, es necesario que concretes el objetivo. Este objetivo debe seguir el criterio SMART. Es decir, debe ser específico, medible, alcanzable, realista y delimitado en el tiempo. Te hablo más sobre estas reglas aquí.

Teniendo clara la meta, te toca identificar el punto de partida:

  • ¿Dónde estás ahora mismo?
  • ¿Qué está fallando?
  • ¿En qué aspectos quieres mejorar?
  • ¿Qué pensamientos y emociones te están limitando?

Respondiendo a estas preguntas, tendrás una idea inicial sobre el camino que debes seguir y tomarás consciencia de ti mismo/a.

Ahora, vamos a abordar directamente la habilidad. Para ello, podemos retroceder al apartado anterior. Recopilando los consejos para cada una de las 4 fases de la competencia, vemos 3 consejos fundamentales para adquirir una habilidad:

  1. Busca información al respecto
  2. Acompáñate de un experto en la materia, un coach o un mentor en la medida de lo posible. Recuerda que, si bien en algunas situaciones esta persona puede ser un profesional, en otras puede ser tu amigo, tu madre o tu hermano quien te enseñe el camino a seguir.
  3.  Practica, persiste, no te rindas. Tanto para pasar de la incompetencia consciente a la competencia consciente como para llegar a la última fase (la competencia inconsciente), la práctica constante será necesaria. Así es como se generan los hábitos.

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Espero que te haya resultado útil este artículo. Ya sólo te queda poner en práctica estas pautas en cualquier ámbito de tu vida, cuando quieras adquirir una nueva habilidad.

Te animo a seguir este blog para no perderte las publicaciones con consejos para el bienestar y el desarrollo personal y profesional. ¡Hasta la próxima!

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