Hace poco, estuve hablando con mi hijo Paco sobre sus aspiraciones profesionales. Él es maestro. Me comentaba que está muy interesado en la innovación educativa, especialmente en aquellas estrategias para el aprendizaje en cualquier ámbito de la vida.
Esto me hizo reflexionar: ¿cuánto tiempo hemos dedicado a estudiar para aprobar y cuánto a aprender para vivir?
Podría nombrarte numerosos aspectos cruciales en el mundo laboral, pero cualquiera de ellos se empieza a desarrollar de una sola manera: mediante el aprendizaje efectivo y duradero.
En un mundo tan competitivo como el actual, la diferencia entre el éxito y el fracaso en lo profesional puede estar en 15 minutos de aprendizaje al día. Por ello, hoy te hablaré del aprendizaje constante y de cómo sacarle el máximo partido.
5 sencillos pasos para no dejar de aprender
En esa charla con mi hijo, también me estuvo comentando algunas pautas que él sigue para seguir potenciando sus habilidades, de forma autodidacta, incluso después de haber terminado los estudios formales. Gracias a ello y a mi experiencia, he elaborado estos 5 consejos para aprender día a día de manera eficaz y eficiente.
Refuerza tus peores habilidades
Imagina que eres atleta y corres los 100 metros vallas. Eres el más rápido de todos pero te tropiezas en 1 de cada 3 saltos de valla. Por desgracia, aunque sigues mejorando tu velocidad punta y tu aceleración, esto no compensa tus errores en los saltos.
Creo que sabes a lo que me refiero. En este caso, el problema es que la habilidad de salto está impidiendo que avances hacia tu objetivo. En esta modalidad, la velocidad y los saltos tienen una importancia similar, haciendo que debas dominar ambos aspectos.
Por ello, antes de empezar a dominar cualquier habilidad compleja, debes hacer un esquema con todos los aspectos simples que componen esa habilidad. De esta manera, puedes valorar tu nivel en cada aspecto y así poder centrarte siempre en el que peor lleves.
Llegará un punto en que dominarás más el salto que la carrera. Aquí es donde deberías cambiar, y comenzar a entrenar más la velocidad. Así se va creando un progreso general firme y duradero.
No pierdas de vista a tus referentes
Siempre hay alguien que ha recorrido tu camino. Además, gracias a Internet y a las redes sociales, hoy en día es muy sencillo estudiar y seguir a los mejores en casi cualquier aspecto.
Utiliza como referente a ese alguien que ya ha logrado lo que tú quieres alcanzar. Al fin y al cabo, esa persona puede haberte adelantado trabajo. Tendrá la respuesta a muchas de las preguntas que surgen por el camino.
Mi recomendación es que leas sobre tus referentes, los sigas en redes sociales y, sobre todo, que te centres en conocer qué han hecho bien para llegar a donde tu quieres llegar.
Mantente al día en el ámbito sobre el que aprendes
En un mundo tan cambiante como el actual, más te vale actualizarte constantemente de lo que pasa a tu alrededor. Especialmente, debes conocer el día a día de los ámbitos en los que trabajas y sobre los que aprendes.
Por ejemplo, si eres arquitecto, es recomendable estar al día de las herramientas para diseño y gestión. De esta manera, serás competitivo en el mercado, siendo de los primeros en manejar programas que hacen tu labor más eficaz.
Para ello, basta con leer un artículo al día sobre tu sector, o visitar un foro con frecuencia.
Practica, practica y, sobre todo… PRACTICA
Esta es la característica más distintiva entre la persona que triunfa y la que se queda por el camino. De nada sirve todo el conocimiento teórico que adquieras si no lo pones a prueba y lo practicas. Así consigues no solo interiorizarlo, sino también poder modificarlo y adaptarlo a tu propio gusto.
No es casualidad que en los centros educativos de todos los niveles se estén empezando cada vez más las metodologías de aprendizaje práctico y contextualizado. Es necesario que entiendas que todo lo que aprendas debes ponerlo en práctica lo más rápido posible. Cuanto más tiempo pase, más probabilidades tienes de olvidarlo.
Nunca pienses que es suficiente
Me gusta pensar que aprendizaje y juventud van de la mano. La edad física es inalterable, pero la mental es la que cuenta. Nadie se hace mayor realmente hasta que decide que no debe aprender más.
Por tanto, te animo a mantenerte joven, es decir, a no pensar nunca que ya lo sabes todo. Sigue teniendo una mente abierta al aprendizaje toda tu vida. La curiosidad es lo que nos hace jóvenes.
¿Es útil aprender por aprender?
Probablemente hayas pensado: «de acuerdo, estos 5 consejos están muy bien pero, ¿y si conozco todo lo que necesito ahora mismo?» Esta pregunta es muy normal, y tiene todo el sentido del mundo. ¿Por qué vas a querer aprender por aprender?
Pues bien, lo más bonito de aprender es que es enriquecedor, motivante y generador de felicidad por sí mismo. Esto se debe a que puede interpretarse como cualquier tarea cumplida. ¿A que cuando logras un objetivo, por pequeño que sea, sientes satisfacción?
Tómatelo de esta manera. Aunque no te sirva para un futuro próximo, el aprendizaje te abre la mente y te hace sentir rico. Como dice el refranero: el saber no ocupa lugar.
De hecho, existen habilidades y competencias que, según estudios como el del Foro Económico Mundial, son aspectos demandados en la gran mayoría de empleos. Me refiero a características como la motivación, el pensamiento creativo y analítico o el trabajo en equipo.
¿Te interesaría trabajar este tipo de habilidades? ¡Tengo una formación para ti! Contacta conmigo en paco@coacharte.es o escribiendo un comentario en esta publicación si quieres saber más.
Muchas gracias por leerme una semana más. Espero que el artículo te haya resultado útil. ¡Un saludo!