Ayer leí un artículo que explicaba las motivos más frecuentes por los que una persona no era feliz. Te resultará curioso saber que uno de los mayores problemas que existen es que no sabemos definir la felicidad.
No me refiero a la definición del concepto, sino a que no solemos pararnos a aclarar qué aspectos nos hacen sentir felices o llenos.
Esa ausencia de metas concretas puede hacerte ir sin rumbo, simplemente siguiendo la corriente. Es decir, el hecho de establecer objetivos en tu vida permite descubrir tu camino. Así puedes enfocarte en lo importante y, sobre todo, descartar todo lo que no es necesario.
Por otro lado, tener objetivos te motiva, porque te ayuda a visualizar el éxito. De hecho, de este y otros aspectos de la motivación te hablé el último día en este artículo.
Además, enfocarte y conocer las acciones que te llevan a tus metas evita el estrés causado por no saber hacia dónde estás yendo ni por qué haces lo que haces.
Como ves, los objetivos son un punto central de tu vida. Es por eso que, si aún no ocupan ese lugar privilegiado o simplemente quieres reforzar su presencia, hoy te traigo algunos consejos para elaborar tus objetivos y avanzar hacia ellos con firmeza.
Cómo elaborar tus objetivos en 5 sencillos pasos
Hablar de los objetivos sin mencionar el criterio SMART se ha convertido en algo parecido a hacer salmorejo cordobés sin pan (para los que no estén familiarizados con esta receta, es prácticamente pecado no añadir ese ingrediente).
Los objetivos SMART no se caracterizan solo por el significado de esa palabra (inteligente en inglés), sino porque cada una de las letras es la inicial de un concepto clave.
Specific (específico)
Como la misma palabra indica, los objetivos no deben ser ambiguos. Por ello, trata de redactarlos de forma concreta, directa y entendible.
Por ejemplo, si estás buscando un cambio físico en tu vida, no te conformes con escribir «ponerme en forma». Ponerse en forma puede signficar quemar grasa o construir masa muscular. En todo caso, podrías ser más específico/a estableciendo como meta «perder 10kg»
Measurable (medible)
Este aspecto tiene que ver con el anterior, y es que cuanto más específico sea tu objetivo, más fácil te resultará medir tu progreso. Pueder escribir el resultado final o incluso centrarte en resultados parciales
Por ello, el mismo ejemplo anterior serviría: en lugar de «perder grasa», escribe «perder 10kg», lo cual está centrado en el resultado final. Para centrarte en resultados parciales, puedes cambiar un poco el objetivo, estableciendo, por ejemplo, «perder 1kg cada 10 días».
Achievable (alcanzable)
Puede resultar obvio, pero te aseguro que en muchas ocasiones te vas a plantear objetivos que están totalmente fuera de tu alcance. Es un vicio que tenemos todos, el de establecer metas demasiadas lejanas que nos hacen acabar abandonando antes de alcanzarlas.
Por eso, tengo que dejar claro que, como te mencioné en el anterior artículo, no merece la pena tener como meta escalar el Everest si nunca has pisado un rocódromo.
Realistic (realista)
Como ves, este criterio tiene mucho que ver con el anterior. Al fin y al cabo, un objetivo no es alcanzable si no es realista. Aun así, esto va más allá. Va de evitar chocarte con el muro de la realidad (valga la redundancia).
Evita rotundamente objetivos como facturar millones de euros en tus primeros meses de emprendimiento o perder los 10kg en una semana. Lo que hace que estos objetivos sean irreales es que ya no solo no son alcanzables por ti, sino que nadie podría lograrlos.
Time (tiempo)
Bajo mi punto de vista, este es el aspecto más importante dentro del criterio SMART, y casualmente el que menos gente aplica.
¿Cuántas veces te has planteado un objetivo y has establecido un periodo de tiempo para alcanzarlo? Pues si la respuesta es pocas veces o ninguna, no te preocupes, estás dentro de una mayoría respetable.
Poner fecha límite a tus objetivos te hace tomártelos en serio. La presión te hace activarte y motivarte para lograr cualquier meta.
Es el momento de reflexionar sobre tus metas
Ahora que ya sabes cómo establecer correctamente tus metas, es tu turno. ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Puedes pensarlos de manera que cumplan con el criterio SMART?
La semana que viene te traeré unos consejos para organizar y empezar a enfocarte hacia esos objetivos. ¡Sígueme en mis redes sociales para no perderte este y otros artículos!
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