La Autoexigencia surge a partir de la relación con nosotros mismos, de cómo me percibo, cómo me hablo y cómo me trato. Si no reconocemos nuestras capacidades, difícilmente reconoceremos los logros conseguidos. Por tanto, la autoexigencia no se verá satisfecha, generando estrés y angustia. Ocurre, además, que a veces no queremos reconocer nuestra fuerza y nuestro potencial por MIEDO, miedo al fracaso, miedo al fallo, miedo al cambio o incluso miedo al éxito. A causa de todo esto, hoy te traigo una técnica para luchar con tu Miedo y por fin vencerlo.
El miedo es reconocido como una de las emociones básicas, de las que vienen con nosotros de serie. Por tanto, hay que valorarlo en su justa medida, agradecerle que te haya traído hasta hoy. Y para apreciar tu verdadero poder, hay que convivir con el miedo y aprovechar su experiencia como consejero, pero que no te domine. El miedo, bien entendido, es necesario, porque posibilita evitar algo doloroso. Es un mecanismo de defensa que está ‘tallado’ en el ADN de los seres humanos, permitiendo responder con mayor rapidez y eficacia ante las adversidades.
¿Qué significado esconde tu Miedo?
El miedo surge cuando recibes estímulos que te provocan pérdida de control, incertidumbre. También sucede cuando el cerebro no encuentra referencias ciertas, disparando acciones casi inmediatas contra esa amenaza. Si la amenaza es real y va en contra nuestra vida, hay que dejarlo actuar. El miedo nos va a ayudar a alejarnos de ese suceso para el que no estamos preparados. Pero si la amenaza es contra nuestra autoestima, hay que analizar nuestro sistema de creencias y de comportamientos. Si esa historia que te provoca miedo no te lleva a resultados adecuados se puede resignificar para superarlo. De esta manera, podrás generar nuevas emociones que te lleven a acciones diferentes con las que conseguir resultados distintos.
Cuando comienzas a sentir esa pérdida de control y te haces consciente de ello, superando el bloqueo que te produce, es que algo estás moviendo en tu interior. Si insistes en ello, queriéndote, con osadía, creatividad, y perseverancia, es que estás entendiendo que fuiste creado para hacer algo grande. Por ello, acabarás proyectándote desde tu interior, desde tu misión, hacia el exterior, hacia los demás.
Técnica para luchar con tu Miedo
Te propongo un juego: si sientes ese miedo que te bloquea, adivina qué significado es el que provoca tu miedo y modifícalo. Coge bolígrafo, papel y contesta brevemente a estas preguntas:
¿Cuál es el salto que quiero dar? Quiero conseguir…
¿Cómo cambiaría mi vida si lo consiguiera? Mi vida sería…
¿Qué me lo impide? Mi miedo a…
¿Qué no quiero perder? No quiero perder…
¿Qué quiero perder? Quiero perder…
El siguiente paso es hacer esa lista con las acciones a realizar para hacer que esa emoción que te paraliza vaya disminuyendo y se modifique por otra que en lugar de limitarte, te potencie y te acerque a tus resultados deseados.
Percíbete con tu valor verdadero, ámate para poder amar, vive, pero desde el amor y sin miedo. Eso seguro que hará cambiar tu mundo y cambiará el mundo que te rodea. Es tu responsabilidad, quiérete, busca dentro de ti, ahí está lo que necesitas y valora tus logros. “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara tu gota” (Madre Teresa de Calcuta).