El estudio The Future of Jobs del Foro Económico Mundial ya anticipó que, para alrededor de 2020, las habilidades conocidas como habilidades blandas iban a acaparar la mayor atención de las empresas a la hora de contratar y mantener a sus empleados.
Ha llegado el año y, a pesar de los cambios producidos por la situación excepcional de la COVID-19, se ha confirmado que estas habilidades humanas ya llevan un tiempo en el punto de mira de los empleadores.
Por ello, hoy te hablaré de 4 de estas habilidades, en este caso intrapersonales, que debes desarrollar si quieres ser competente en el mundo laboral actual. Te aseguro que te servirán tanto si estás buscando un nuevo empleo como si ya tienes uno. Además, al final te haré una propuesta para trabajar estas competencias que seguro que te interesa.
El punto de partida para el desarrollo intrapersonal
Qué mejor que empezar con la base de todas las demás habilidades. Te hablo de la autoconciencia o autoconocimiento. Según Shakespeare, el conocimiento más útil. Si tu intención es introducir cambios en tu vida y mejorar como persona, lo primero que siempre deberás hacer es indagar y tomar conciencia de ti mismo/a.
Además, el conocimiento de tus emociones y sentimientos permite también entender los de la gente que te rodea. Por lo que también sirve para mejorar tus relaciones personales.
La mejor manera de tomar conciencia de uno/a mismo/a es la reflexión. Piensa en tres situaciones distintas que has vivido hoy y en cómo has reaccionado. A partir de ahí, puedes empezar a relacionar hechos, pensamientos y emociones.
Cómo encajar en una empresa
El respecto de tus valores es primordial. Aquí entra en juego la integridad, que trata de actuar acorde a esos valores. De hecho, la integridad en sí misma es un valor. El más importante de los valores.
Las empresas dan mucho peso a esta habilidad porque si un/a empleado/a tiene valores compatibles con los de la empresa y además es congruente con ellos, será más probable que esa persona sea productiva y eficiente en su labor.
Así es cómo realmente se determina si un/a trabajador/a encaja en una empresa.
¿Te gustaría ser íntegro/a? Te recomiendo que empieces definiendo tus valores de forma clara. A partir de este momento, revisa las acciones que llevas a cabo y cuida que nunca el fin justifique romper con tus valores.
La habilidad más (des)conocida
Es curioso que la siguiente habilidad es la que la gente cree tener más clara y, sin embargo, no es tan evidente como se suele pensar. El optimismo se interpreta por muchas personas como ver el mundo de color rosa. Como ver solo lo positivo de las cosas.
Si tú también lo interpretas así, no te culpo. Nos han vendido el optimismo de una forma demasiado idealizada. Como una mentira, un engaño a ti mismo/a que te hace pensar que puedes conseguir algo. Nada más lejos de la realidad. Y es que, en el fondo, se trata de ser objetivo/a con los obstáculos, de tener una visión realista.
Ser optimista es creer que puedes lograr una meta. Al fin y al cabo, si te propones un objetivo, se supone que puedes alcanzarlo. Entonces, ¿qué hay de engaño en eso?
Aquí también tiene mucho que ver la resiliencia. Esta es similar al optimismo, es decir, mantener una visión realista sin caer en la negatividad. La diferencia es que la resiliencia se presenta una vez ha comenzado el camino, especialmente tras cada tropiezo, permitiéndote seguir adelante con la confianza en que puedes superar cada obstáculo.
La cualidad que potenciará tu crecimiento personal
¿Acaso no es necesario alterar nuestras percepciones a lo largo de la vida conforme a cada situación? La última habilidad de la que voy a hablarte es la adaptabilidad. Como el propio nombre indica, se trata de ese proceso que todo ser vivo lleva a cabo.
Sin embargo, el ser humano es capaz de adaptarse de una manera especial: mediante las emociones y los sentimientos. Esto abre un gran abanico de posibilidades. Aquí entra en juego la famosa zona de confort.
Una persona adaptable es aquella que tiene mayor facilidad para salir de su zona de confort y enfrentarse a situaciones desconocidas. Así es como se consigue crecer, mediante nuevos retos.
Trabajar la adaptabilidad no va más allá de plantar cara a desafíos distintos constantemente. Incluso dentro de tu propio trabajo puedes crear situaciones y escenarios diferentes que te exijan nuevas estrategias.
Por ejemplo, si eres docente, puedes proponerte descubrir cada cierto tiempo una nueva metodología y llevarla a cabo en el aula, ya no solo para conocer resultados alternativos, sino para entrenar tu capacidad de manejar una gran variedad de situaciones adversas.
Como te dije al principio del artículo, voy a proponerte algo. ¿Te interesaría entrenar estas y otras habilidades humanas para sacar tu máximo potencial profesional? Tengo una formación perfecta para ello. Tan solo tienes que escribirme en los comentarios o a paco@coacharte.es y te informaré al respecto.
Además, lo de hoy solo se ha centrado en habilidades intrapersonales. En el siguiente artículo te hablaré de otro tipo de habilidades humanas, las interpersonales. ¡Estate atento a mis redes sociales para no perderte nada!
Muchas gracias por tu atención. Que tengas buena semana.