¿Dirías que tienes el control absoluto en tu trabajo y en tu vida?
Tanto profesional como personalmente, a veces sentimos que no somos los amos de nuestras decisiones y de nuestra productividad, lo cual puede llevar a tener falta de motivación e incluso a procrastinar.
Tener tiempo libre es lo peor del mundo. En primer lugar, porque estás perdiendo un tiempo que podrías dedicar a fortalecer una habilidad o perseguir un objetivo. En segundo lugar, porque tu mayor enemigo puede llegar a ser tu propia mente cuando reflexiona demasiado sobre tu vida.
Por todo ello, hoy te traigo 4 consejos para ser más productivo/a y aprovechar al máximo cada hora de tu día a día.
Antes de comenzar, me gustaría comentarte que estos pequeños cambios no te van a ayudar a abandonar la procrastinación mágicamente. Debes poner tu constancia y disciplina a trabajar. Aun así, entiendo que, si sigues leyendo, es porque realmente estás interesado/a EN con ello.
Automatiza tus acciones cotidianas
Para cualquier aspecto que abordes en tu vida, es muy recomendable desarrollar hábitos y rutinas. No es necesario abarcar toda la actividad de forma rutinaria, pero sí las partes más estáticas, es decir, las que no suelen cambiar de un día para otro.
La mayor ventaja que tienen las rutinas es que automatizan completamente una actividad, permitiendo que el desgaste mental sea menor (no hace falta pensar, solo actuar). Además, hacen más probable llevar a cabo esas tareas todos los días.
El ejemplo más claro es el de aquella persona que se levanta por la mañana y lleva a cabo las acciones de forma automática: hacer la cama, lavarse la cara, hacer ejercicio, ducharse y desayunar.
También es aplicable al trabajo. Puedes acostumbrarte cada día, al llegar, a revisar correos, tareas pendientes y citas en el calendario, para después planificar tu día (de esto te hablaré luego). Así consigues, de un vistazo, saber lo que tienes que hacer esa jornada. Esto te empieza a marcar el camino.
Acepta el cambio y benefíciate de él
Aunque pueda parecer contradictorio con el punto anterior, es perfectamente compatible cambiar cosas en tu vida de vez en cuando.
Y es que hay muchos aspectos en nuestra vida que son variables, y debemos aprovecharlos para evitar caer en la monotonía. Si el día a día estuviera lleno de hábitos, seríamos prácticamente robots.
La cuestión es apostar por el cambio. Como cambio, puedes interpretar la sustitución de una actividad por otra o incluso la adicción de nuevos proyectos y objetivos.
Además, esto te permitirá crecer y desarrollarte tanto personal como profesionalmente. ¿Cuántas veces te han dicho que debes salir de tu zona de confort? Pues es tan sencillo como seguir este consejo.
Utiliza los horarios a tu favor
Un aspecto muy simple pero que provoca un cambio enorme es planificar tus días. Es algo sencillo pero que no llevan a cabo muchas personas por sí mismas.
Se trata de hacer lo que te he comentado en el ejemplo del primer consejo: recopilar cada día las tareas pendientes, las citas, las reuniones y correos varios y, en base a eso, programar las acciones que vas a llevar a cabo esa jornada.
Agradecerás la liberación mental que se siente gracias a 5 minutos de planificación. Porque uno de los mayores obstáculos para sentir que tienes el control de tu vida es no saber qué hacer en cada momento.
Y de esta forma se pone solución a ese problema.
Además, esto no solo es aplicable al ámbito laboral. Tareas tan triviales como recoger a tus hijos/as, ir al banco o hacer la compra también se pueden planificar.
Verás la satisfacción que produce ver que haces el doble de tareas que antes simplemente por no perder el tiempo dudando qué hacer.
No dejes que se te olvide ningún asunto
Este último punto se puede equiparar al primer paso del método de GTD de David Allen para organizarte y ser más productivo/a: capturar todos tus asuntos.
Se trata de que, cada vez que cualquier estímulo, ya sea una idea, una tarea pendiente, una llamada o un correo recibidos, etc. llegue a ti, tomes nota de ello. Ya te encargarás de organizarlo e incluirlo donde sea necesario. Pero APÚNTALO TODO en cuanto puedas.
No somos conscientes de la cantidad de tareas sin cumplir, grandes ideas que se pierden o compromisos que olvidamos atender simplemente porque en su momento no tomamos nota de ello, justificándonos en una memoria sin límites.
Lo que hay que entender es que hasta la mejor memoria humana pierde contra un cuaderno o una aplicación móvil.
Espero que te hayan resultado útiles estos 4 consejos para aumentar tanto la productividad como la actitud hacia el trabajo. Es muy recomendable que los apliques, sobre todo si eres emprendedor/a o ejecutivo/a.
De hecho, para profundizar más sobre el tema, te ofrezco una formación sobre Coaching Ejecutivo. Puedes escribirme en los comentarios o por correo a paco@coacharte.es si estás interesado/a. A continuación te dejo las imágenes informativas sobre esta formación.
¡Muchas gracias por tu atención! Te espero la semana que viene con un nuevo artículo.
«Tener tiempo libre es lo peor del mundo. En primer lugar, porque estás perdiendo un tiempo que podrías dedicar a fortalecer una habilidad o perseguir un objetivo. En segundo lugar, porque tu mayor enemigo puede llegar a ser tu propia mente cuando reflexiona demasiado sobre tu vida.» Me encanta lo que escribiste! Por eso siempre tengo preparadas algunas actividades para cuando tengo tiempo libre. Para ello utilizo el tablero kanban y la herramienta kanbantool.com/es
Hola, Carmen. Siento mucho no haberte respondido antes, hasta ahora la herramienta de WordPress me había dado algunos problemas con los comentarios. Efectivamente, como comentas la herramienta Kanban es una estrategia muy útil para mantenerse siempre en movimiento y no dejar ninguna tarea o proyecto atrás. Te agradezco enormemente tu aportación. ¡Un saludo!