Si fuese 1 de enero podría decir “todavía me acuerdo del año anterior como si fuera ayer”. En esa situación se suele recapitular lo realizado en el año anterior, y como yo soy consorte de maestra, también mi referencia temporal se basa en el curso académico.
Llegado este punto y para volver la vista atrás necesito concentración y memoria; memoria que, en mi caso, es muy selectiva y caprichosa, por lo que en lugar de enumerar los muchos éxitos conseguidos, así como algún que otro resultado (porque recuerda que no existen fracasos sino resultados) lo que me apetece en este momento es expresar un sentimiento profundo de AGRADECIMIENTO. Agradecimiento a todos los días vividos con intensidad y agradecimiento a todas aquellas personas que se acercaron a mí. Gracias a ellos me he convertido en mejor persona en esta temporada anterior.
Suelo emplear la frase (que no sé de quién es) que dice “experiencia es lo que obtienes cuando no obtienes lo que quieres”. Porque, claro, cuando obtienes lo que quieres, cuando consigues tus objetivos alcanzas el éxito, pero resulta que cuando no los consigues lo que obtienes es experiencia. La mejor noticia de todo esto es que si eres capaz de aprovecharla, la analizas, aprendes y cambias las estrategias, puedes seguir perseverando en busca de esos objetivos, con mucha más posibilidad de éxito.
Si me permites te voy a dar 4 claves muy sencillas para alcanzar el éxito, se llama método DAOC:
- Decide qué resultado buscas, así serás capaz de definir lo que quieres conseguir.
- Actúa de forma inmediata, es la única manera de conseguir resultados. Me vas a oír decir más de una vez que más vale una pizca de acción inmediata e imperfecta que mucha intención perfecta.
- Observa con atención, calibra y si los resultados no son los esperados corrige para acercarte a lo deseado.
- Cambia, aplica flexibilidad de criterio para modificar comportamientos que permitan desarrollar las acciones necesarias para obtener los resultados esperados.
En otro momento desarrollaré estas claves para intentar arrojar más luz acerca de las mismas.
Pero ahora, en este periodo vacacional, común a la mayoría, lo que me apetece es hablar de sueños, de metas y de objetivos. Me apetece pedirte y desearte que persigas tu estrella, que la alcances y te aferres a ella. Sueña en grande, define tus metas, diseña tus objetivos (que sean alcanzables) y ponles fecha de caducidad, porque así mantendrás la motivación suficiente para conseguirlos. Además, cuando lo hagas ganarás en confianza y te proyectarás hacia los siguientes objetivos.
Seguramente oirás voces en tu interior y, desgraciadamente, en el exterior que te dirán “y si no puedes…”, “y si te sale mal…”, “y si no eres capaz…” y yo te digo “y si te sale bien…”, “y si puedes…”. Yo creo que merece la pena que andes ese camino, que asumas ese proceso de cambio porque con él te desarrollas, te expandes. No pierdes, seguro que ganas, ya sea en consecución de objetivos, en experiencia o en ambas. Por eso permíteme que te diga que creas en ti, que tú eres el protagonista de tu vida. Define tu ser, decláralo y sé coherente con esa visión. Siempre se ha dicho que “querer es poder”. Yo digo que se alcanza el poder no sólo con el querer, previamente hay que creer y además hay que pasar a la acción y obtener la capacidad de saber hacer. Con esas tres variables se consigue el poder.
En definitiva, para esta nueva temporada te deseo que te atrevas a conseguir tus sueños y que todos seamos capaces de situarnos en ese estado natural que cuanto más se da, más se tiene, que es el AMOR. Así que te deseo mucho amor, y que alcances tu estrella.