¿A ti también te causa una sensación negativa la palabra ambición?
Bueno, pues para calmar esa preocupación, te diré que, según la RAE, la ambición no es más que un gran deseo por conseguir algo.
Algunas personas defienden que la ambición mueve el mundo, y que es positiva porque nos ayuda a tener objetivos, impidiendo que nos estanquemos.
Sin embargo, también existe quien critica este rasgo del ser humano bajo la premisa de que ser ambiciosos nos hace ser egoístas y renunciar a cualquier tipo de principio moral o ético.
Pero, ¿y si ambos puntos de vista llevaran razón en su justa medida?
Al fin y al cabo, muchos de los inventos, hechos y avances que han ayudado al progreso humano surgen de la ambición. Por ejemplo, piensa en la Revolución Francesa. Este hecho histórico se produjo por la necesidad del pueblo de abandonar su precariedad, pero también por la ambición de poder de ciertos grupos sociales como la burguesía.
En el otro extremo, encontramos la ambición desmedida, que nos lleva a conocer cada día casos de explotación laboral u otras formas de infringir los derechos humanos por parte de empresarios demasiado ambiciosos.
La clave, como en muchos casos, reside en el término medio. Hoy te hablaré de por qué deberías desarrollar una ambición sana y cómo encontrar este equilibrio entre ambición y principios.
Por qué deberías ser ambicioso/a
Como ya te he dicho, la ambición es el deseo ardiente de obtener algo, ya sea material o no. Esto implica un aspecto muy importante dentro de todo proceso de desarrollo y superación personal: TENER UN OBJETIVO.
Tener como fin una meta concreta implica que estarás preparado y motivado para avanzar y mejorar cada día.
En este sentido, la ambición actúa como la motivación. Es el combustible que te hace moverte. La ambición logra que no te quedes parado en ningún momento porque el deseo que tienes es demasiado grande.
Esta es la parte positiva de dejar volar nuestra ambición. Eso sí, cuando hablo de dejar volar, no te estoy diciendo que la ambición controle tu vida. De hecho, el problema reside en que muchas personas no son capaces de dominar su ambición, de reducirla a su dimensión transversal, y se convierte en su rasgo principal.
Aquí es donde entra en juego la definición de unos valores y unos principios sólidos, que estén por encima de todo lo demás. De ello te hablo en el siguiente apartado.
Cómo evitar que la ambición controle tu vida
Por suerte o por desgracia, hoy en día podemos y debemos defender que el fin NO justifica los medios. No todo es válido para lograr una meta.
El desarrollo personal no solo pasa por la superación y el perfeccionamiento de la vida de uno mismo, sino que implica respetar e incluso aportar a la sociedad.
Por ello, siempre debes defender tu integridad. Antes de empezar cualquier proceso, establece los valores y los principios sobre los que asentarás tu camino. Imagina que estos son los cimientos del edificio que estás a punto de construir. Si no cumples con ellos, tu edificio se viene abajo.
Y ¿cómo influye aquí la ambición?
Pues bien, te hablaré de ambición insana. La ambición insana es aquella que no solo se limita a ser un combustible para tu actividad, sino que comienza a afectar a tu entorno. Esto implica que acabes cayendo en la inmoralidad y faltando a tus principios.
Yo pienso que el problema es el egocentrismo. Si solo te tienes en cuenta a ti mismo en tus planes, acabarás desarrollando esta ambición insana.
En definitiva, ¿cómo deberías afrontar esta dificultad?
En primer lugar, te animo a definir tus valores antes de cada proyecto. Como ya te he comentado, estos te acompañarán en todo el proceso.
Además, para cada acción que lleves a cabo, pregúntate a ti mismo si eso que vas a hacer respeta tus propios principios.
Por último, no te excuses en la posibilidad de lograr tu objetivo para romper cualquiera de esos principios. Es muy fácil caer en la tentación de ver un camino sencillo y tomarlo sin pensar.
Para evitar lo anterior, ¿por qué no pruebas, desde ya, a analizar cada una de las acciones que llevas a cabo en tu día a día? A lo mejor te das cuenta de que puedes mejorar varios aspectos, o que incluso deberías incluir cierto valor o principio en tu filosofía.
Para desarrollar estas y otras competencias y habilidades que te permitirán explotar tu potencial profesional, te he preparado una formación. Si te interesa saber más, puedes pinchar aquí (en las dos últimas imágenes está la información) o incluso escribirme a paco@coacharte.es
Además, te animo a que te pases por este artículo, donde te hablo en profundidad sobre cómo desarrollar objetivos óptimos.
¡Muchas gracias por tu atención, te espero la semana que viene con un nuevo artículo!