Inteligencia avanzada, emociones complejas, visión a largo plazo, neocórtex. Son muchos los conceptos que relacionamos con el progreso del ser humano. Sin embargo, toda esta evolución no habría sido posible sin una característica esencial y única: nuestra gran adaptabilidad.
La adaptabilidad es la habilidad de aceptar las circunstancias que nos rodean y alinear nuestras decisiones y acciones con este entorno. En principio, esto se reducía a la supervivencia, pero en la sociedad compleja en la que vivimos, se puede expandir a cualquier área de nuestra vida.
Más concretamente, la adaptabilidad es una de las competencias clave en el mundo laboral actual, más variable e inestable que nunca. Tanto los ejecutivos como los empleados están interesados en ser personas adaptables, capaces de hacer frente a prácticamente cualquier obstáculo.
Hoy, te hablo a ti, líder. Me gustaría animarte a promover en tu equipo esta capacidad. Para ello, te traigo una serie de consejos que puedes aplicar día a día, con el objetivo de que generes un grupo de personas preparadas para todas las circunstancias que puedan presentarse. ¿Empezamos?
1. Alinea el propósito de la empresa con el de tus trabajadores
Ya verás que voy a incidir mucho en el tema del buen clima colectivo. Para lograr esta meta, es crucial que trates de conectar a cada individuo con la misión de tu empresa. En este enlace te hablo sobre el propósito, la misión y la visión. Para resumir, te diré que la idea es que logres que el camino que quieres que tu grupo siga coincida lo máximo posible con el camino que cada individuo quiere trazar (profesionalmente hablando).
Esto es importante para la adaptabilidad porque genera una actitud de compromiso. Una persona comprometida encontrará más fácil la motivación para salir de la zona de confort y enfrentar nuevos desafíos. En definitiva, será más sencillo que se adapte a los cambios rápidamente, e incluso que sea capaz de anticiparlos.
2. Desarrolla una actitud general optimista
Solemos extraer el lado negativo de las cosas, especialmente cuando algo nos genera incertidumbre. La incertidumbre conduce al miedo, y este nos paraliza. Es por este motivo por el que la mencionada zona de confort nos agarra tan fuerte. El miedo es el mayor enemigo de la adaptabilidad.
A veces, incluso preferimos no acompañar al cambio externo con modificaciones internas simplemente porque eso supone salir de lo que conocemos, a pesar de que los beneficios sean evidentes.
Este temor siempre va a estar presente. Es inevitable. Sin embargo, lo que sí puedes lograr es motivar a tu equipo mediante el optimismo. Hazles partícipes de los éxitos pasados y futuros de la empresa. Recuerda con frecuencia lo logrado. Combate la incertidumbre con expectativas que puedan ser logradas.
Si hemos recorrido todo este camino, ¿por qué no íbamos a poder seguir adelante?
3. Genera curiosidad en tu equipo
La motivación intrínseca nace, entre otras cosas, de la curiosidad. Una persona se sentirá atraída hacia una actividad si la encuentra llamativa, y si cree que de ella puede extraer crecimiento de cualquier tipo. Por ello, es determinante que promuevas esta característica en las labores que deban llevar a cabo tus empleados.
Existen un millón de tareas que deben llevarse a cabo en una empresa, algunas globales y otras más específicas. La mayoría de ellas suelen ser percibidas como tediosas y pesadas, lo cual desmotiva. Sin embargo, la adaptabilidad se pone en práctica cuando creemos que algo es interesante.
Por ejemplo, una de las labores en una organización de marketing digital puede ser diseñar una web. Esto puede ser abordado siguiendo unas pautas repetitivas, un patrón. Sin embargo, puedes darle la vuelta a la tortilla. ¿Qué pensará el encargado de esta labor si le pides que elabore el diseño como si fuera a presentarle el producto a un amigo o a un familiar? ¿Y si le haces sentir que esta tarea creativa le va a aportar la capacidad de comunicarse más asertivamente en su día a día?
Seguro que encuentras muchas formas como esta de generar curiosidad. Tú, mejor que nadie, sabes cómo sacar el máximo provecho de esta idea en tu campo de trabajo. ¡Sólo tienes que encontrar la forma de presentar la información para inspirar a tu equipo!
4. Fomenta la aceptación
El paso previo a la adaptación es la aceptación de las circunstancias. Es imposible actuar de acorde a lo que ocurre a tu alrededor si antes no encajas la realidad en la que vives.
Por ello, es indispensable que compartas los cambios de manera objetiva. Recuerda que, como líder, eres el punto de referencia de las personas a tu cargo. Si te muestras decepcionado o no tienes una actitud de aceptación frente al cambio que ha ocurrido, difícilmente tu equipo podrá desarrollar la mentalidad adecuada.
¿Cuándo puedo tomar las mejores decisiones y adaptarme a una situación nueva? En el momento en el que asuma que las cosas han ocurrido de una determinada manera, que no puedo controlar o modificar. Ahí, es cuando debes acudir a lo que depende de ti: cómo interpretas y actúas frente a lo que ha ocurrido.
Espero que te hayan resultado útiles estos 4 consejos. Si quieres trabajar en profundidad en un ambiente productivo en tu empresa, en Coacharte tenemos una formación titulada «Fluyendo hacia equipos de alto rendimiento». Si te interesa, te animo a escribir en los comentarios o mandar un correo a paco@coacharte.es para más información.
¡Muchas gracias por tu atención! Un abrazo.