Coacharte

CAMBIO Y DESARROLLO

Lo primero que quiero es agradecerte que de nuevo me dediques parte de tu tiempo. El último día realizaba un acercamiento a una de mis pasiones, la Arquitectura. Intenté aportar mi visión en cuanto a la enorme suerte que tenemos los arquitectos de tener un trabajo que ofrece un papel estratégico fundamental en la vida de las personas. De esa manera enlazaba con otra de mis pasiones, el desarrollo de las personas y de las organizaciones.

Ya parece más que evidente que no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época. Eso nos exige modificar los paradigmas, los modelos, las referencias que sostenían nuestras estrategias para obtener resultados que ya no nos valen. Por tanto, tenemos dos opciones:

  • Permanecer con una actitud PASIVA esperando que las cosas cambien para adaptarnos a esos cambios impuestos por otros.
  • Adoptar una actitud ACTIVA, convirtiéndonos en protagonistas y generando las circunstancias para que las cosas cambien.

«LA ÚNICA CONSTANTE EN LA VIDA ES EL CAMBIO» HERÁCLITO

Desde mi punto de vista, se trata de hacer válida aquella frase de Heráclito que nos decía que «la única constante en la vida es el cambio” y asumir el CAMBIO como un valor que nos genera crecimiento y DESARROLLO. He hecho mía una frase que se utiliza en PNL y en el coaching de vida que dice que “no soy lo que pienso, soy el que pienso”. Esto quiere decir que me puedo permitir modificar mi pensamiento, y de esa manera me estoy modificando a mí, por lo que de la misma forma que el cuerpo sigue a la mente, la mente sigue al cuerpo.

Hace algunos años, si una persona tenía dificultades para hacer o adaptarse a cambios en su vida se le calificaba como una persona que se “resistía al cambio”. Cuando entendemos que hay que modificar nuestras conductas, se nos generan pensamientos de inquietud, una incertidumbre que no estamos dispuestos a asumir. Somos “animales de costumbres”, de hábitos, estamos cómodos actuando en modo “piloto automático”, es decir, manteniendo unos hábitos en nuestra manera de pensar, sentir, decir y actuar.

El cerebro es un experto en eficiencia, genera conexiones neurológicas predeterminadas para simplificar su tarea, diseña un software mental con respuestas automáticas a las situaciones que se le presentan.

Gestión emocional y transformación personal

La buena noticia es que, si queremos y creemos, podemos cambiar los procesos mentales para generar respuestas diferentes. Para ello, ayuda mucho hacernos preguntas diferentes, para desarrollar opciones y estrategias diferentes que nos conduzcan a resultados distintos, promoviendo nuestra gestión emocional.

A modo de ejemplo fácil, te propongo una técnica sencilla que consiste en modificar nuestro lenguaje tan solo cambiando una palabra por otra facilitar nuestro crecimiento personal y así acercarnos a nuestros objetivos:

1. Cambia ‘pero’ por ‘y’

Vamos a suponer que decimos: “quiero leer un libro, pero tengo que trabajar”. En su lugar, te propongo que digas: “quiero leer un libro y tengo que trabajar”.

Al utilizar la conjunción “pero” estás provocando un conflicto, estás contraponiendo dos acciones. Esa situación se puede revertir, es decir, es posible leer un libro y también hacer tu trabajo, se trata de encontrar una solución diferente.

En cambio, cuando utilizas la conjunción “y”, estás obligando a tu cerebro a procesar ambas partes de la frase. Por tanto, quizás leas un libro más corto o seas más eficiente en tu trabajo para acabar antes.

2. Cambia ‘tengo que hacer’ por ‘quiero hacer’

Con el “tengo” percibo una imposición, una obligación. En cambio, con el “quiero” me siento libre y me proyecto a hacerlo. Se trata de tomar consciencia de que las cosas que hacemos en nuestra vida las hacemos porque nosotros mismos las elegimos.

Si te preguntas cómo cambiar tu vida, el primer paso es tomar conciencia de que el cambio personal es inevitable. La diferencia está en cómo gestionamos ese cambio: si lo hacemos desde la proactividad, adoptando nuevas estrategias, o simplemente lo dejamos al azar.

Si utilizamos estas estrategias, desafiamos a nuestra forma automática de pensar. De esta manera, podemos percibir que está en nuestras manos que las cosas cambien, que podemos llegar a tener más control sobre nuestra vida que lo que realmente creemos.

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