Antes que nada y como siempre quiero es agradecerte que de nuevo me dediques parte de tu tiempo. El último día hablábamos que el cerebro es un experto en eficiencia; es capaz de generar conexiones neurológicas predeterminadas para simplificar su tarea y diseñar un software mental con respuestas automáticas a las situaciones que se le presentan. Pero la buena noticia es que podemos cambiar los procesos mentales para generar respuestas diferentes. Para ello ayuda mucho hacernos preguntas diferentes, para desarrollar opciones y estrategias diferentes que nos conduzcan a resultados distintos. Hoy hablaremos de la relación entre DESARROLLO Y PODER INTERIOR.
Cómo destapar tu DESARROLLO y PODER INTERIOR
Hoy quiero comentarte que, hace un tiempo, tuve la oportunidad de que mi amigo y coach Manu Rodríguez me invitase a su programa de Radio Torredonjimeno, “La Fábrica de los Sueños”. Estuvimos hablando acerca de cómo destapar el PODER INTERIOR que tenemos. Yo le comentaba que depende de nosotros. En primer lugar, se trata de AUTOCONOCIMIENTO, de permitirnos un espacio para la reflexión que nos lleve a conocernos, a valorarnos y a querernos. Desde ahí, seremos capaces de destapar ese enorme potencial interno que sin duda está ahí esperando ser liberado. La conciencia de sí mismos es una de las competencias de la inteligencia emocional y, a partir de esa conciencia, podemos llegar al resto de competencias.
Por tanto, tenemos un poder interior que viene con nosotros pero que tenemos que movilizarlo, que desarrollarlo. El poder, nuestro potencial, se soporta en tres variables principales, que quiero compartir contigo ahora:
– Como sabes, siempre se ha dicho que “querer es poder”. QUERER es esa primera variable; movilizamos el poder desde la motivación propia y la toma de decisiones, desde la convicción.
– La segunda variable es CREER; entramos en nuestros sistemas de creencias, que se configura por nuestra trayectoria vital. Son nuestras creencias las que determinan las acciones que desarrollamos y los resultados que obtenemos.
– La tercera variable es SABER HACER. Esta tiene que ver con nuestra actitud y, en definitiva, con nuestra capacidad de ponernos en acción.
Y lo mejor es que podemos crear, modificar y amplificar aquel potencial que venía de serie. De esta manera, logramos desarrollo y poder interior.
Lo más adecuado es cambiar la convicción de que “no es posible cambiar”, y empezar a creer que el cambio es posible.
Lo más adecuado es cambiar la convicción de que “no es posible cambiar”, y empezar a creer que el cambio es posible. Claro, precisamente ahí está la buena noticia, y es que podemos modificarnos desde el aprendizaje; si los resultados que estamos obteniendo no son los que deseamos, pues cambiemos las estrategias para conseguirlos. Cuando cambiamos, nos generamos oportunidades, porque nos estamos creando opciones que enriquecen nuestra esencia.
No te garantizo que con este proceso consigas lo que te propones, pero seguro que consigues resultados diferentes a los que ya tenías. Lo que no puedes es seguir haciendo lo mismo, porque sin duda vas a seguir obteniendo los mismos resultados.
Una forma fácil de destapar ese poder interior es modelar a personas que ya lo han hecho antes. Yo creo que lo mejor es acercarse siempre a personas excelentes, a los mejores en diferentes materias, actitudes y observarlos detenidamente. Observar qué y cómo piensan del mundo, analizar las estrategias que utilizan, es decir, cómo movilizan sus recursos y en qué orden, y modelarlos. Esto quiere decir replicar sus creencias y su forma de pensar, adaptándolo todo a tu estructura mental.
Los seres humanos tenemos patrones de comportamiento que se repiten, y podemos adaptarnos a un determinado patrón. Si tú haces un modelado eficaz de una persona, de la misma manera que esa persona está teniendo unos resultados óptimos con las acciones que realiza, tú puedes realizar acciones similares y obtendrás resultados similares.
